El sector que no se ha logrado incluir
completamente.
Si bien es cierto que cada
usuario es diferente y cuenta con necesidades específicas, por su edad,
contexto social, fisonomía, entre otros, existen sectores excluidos a los que
no se toman en cuenta en el proceso de diseño de un producto o un entorno.
Importancia del entorno. Se entiende por entorno al espacio en el que
el usuario desarrolla sus actividades cotidianas y este debe de cumplir con la
capacidad de apelar a los cinco sentidos utilizando herramientas como el color,
aromas, texturas y sonidos.
Las principales discapacidades que afectan
la calidad de vida de un usuario a nivel mundial, refieren limitaciones físicas
agravantes, ya que se requiere de el apoyo de otra persona para que este pueda
desarrollar una vida parcialmente normal y digna. “La ceguera y debilidad
visual”, han inutilizado a las personas que lo padecen desde hace varios siglos,
pero este sector no había sido tomado en cuenta debido a barreras sociales o
culturales que los denigraban al grado de aislarlos del resto de la sociedad.
Desde el Siglo XX existen diversos
programas políticos de inversión que junto con la participación del diseño
inclusivo han abierto un panorama de nuevas oportunidades de desarrollo a nivel
espacial con limitaciones físicas.
En términos de debilidad visual o ceguera actualmente
se han puesto en práctica diferentes planes que facilitan la interacción del
usuario con el ambiente en el que se desenvuelve, tales como la adopción de
tipografías con características adecuadas para la comunicación de información relevante,
contrastes de color para que el ojo pueda discriminar los datos que necesite,
que la información sea clara y visible para que pueda ser comprendida en cortos
lapsos de tiempo.
En cuanto a las personas completamente
ciegas se requiere el uso de texturas en puntos focales en donde el usuario se
desenvuelve, por ejemplo, los narcóticos y productos de uso diario que podrían
dañar de manera irreversible si no se administran de una forma adecuada, fueron
un parte aguas en el diseño inclusivo a principios del Siglo XXI, ya que para
el manejo seguro de estos productos se implementó el uso de relieve mediante el
sistema braille.
En el caso de los entornos en los que un
usuario con ceguera se desenvuelve existe también el uso de texturas en
señaléticas de tacto-podal, que permite a través del uso de bastones o pies la orientación
del mismo.
Por último en el ámbito
editorial perteneciente al diseño de información, se está implementando el uso
de ambos sistemas simultáneamente “la impresión de tinta y braille de alto
relieve”, lo cual permite que tanto el usuario con debilidad visual y el ciego
tengan acceso a los productos editoriales necesarios. Un ejemplo reciente es el
Diccionario
Escolar en Sistema Braille editado por la Comisión Nacional de Libros de Texto
Gratuitos en noviembre de 2004, para su uso en la educación básica en México.
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